No encuentro las palabras adecuadas para describir aquel momento,
parece que nunca podre escribir, lo que pasamos esa tarde y madrugada,
es que es difícil detallas la mágica armonía que juntos vivimos,
que tan solo bastó con oírte para quedar de ti maravillada...
Al inicio hablamos de tantas cosas que descubrí, eres lo que buscaba,
no imagine que en ti podría encontrar lo que una vez deje olvidado,
aquellos deseos de vivir armónicamente la vida y los grandes deseos,
recordándome que la música es la mágica como un fiel caballo alado...
Bastaron unas cuantas horas para conocerte de casi toda una vida,
charlando de todo lo que nos agrada y compartiendo nuestras pasiones,
en cada momento me invadía la alegría y me envolvía una enorme sonrisa,
porque eres como la música armonizando mi vida con melódicas vibraciones...
Déjame ahora entrar a ese mundo mágico en el cual navegas,
déjame ser el Sunset que refleja en tu inmenso mar musical,
déjame ser el atardecer que finalice tu agitado día adía
para en tu ola de pentagramas, a tu lado poder naufragar.
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